Nomex® para la protección en laboratorios

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Nomex® ofrece el comportamiento térmico adecuado para garantizar la seguridad de los trabajadores en laboratorios en caso de llamaradas.

 
 
 

Las prendas resistentes a las llamas hechas con DuPont™ Nomex® contribuyen a minimizar el riesgo potencial de lesiones por quemaduras durante exposiciones cortas al fuego, y suministra un valioso tiempo de escape. Tras un accidente mortal en el laboratorio de una universidad, muchos laboratorios industriales y de formación por toda Norteamérica optaron por Nomex® como su EPI preferente.

 
 
 
 
 
 

La ropa que usamos cotidianamente está hecha de fibras comunes, como algodón, nailon o poliéster (de forma exclusiva o en mezclas), y no está diseñada para proteger contra incendios ni es aceptable como prenda de protección resistente a llamas para el trabajo en los laboratorios. Ante la exposición a las llamas, el algodón puede prender fuego y quemarse, mientras que el nailon y el poliéster pueden prender fuego, quemarse, fundirse y, posiblemente, adherirse a la piel del usuario.

Al trabajar en un laboratorio, es importante conocer los riesgos y requisitos de seguridad antes de seleccionar la protección adecuada. 

Parte de un programa de seguridad general

La mayoría de agencias reguladoras admiten que los equipos de protección individual (EPI) por sí solos no bastan para eliminar todos los riesgos de lesión. Deben formar parte de un programa de seguridad general. La Administración de Salud y Seguridad Laboral (OSHA) de EE. UU. señaló lo siguiente en el apéndice B de 29 CFR 1910, subparte I: "No se debe confiar solo en los elementos EPI para ofrecer protección contra peligros; más bien, estos deben usarse junto con protecciones, sistemas de control y métodos de fabricación sensatos".

La importancia de las evaluaciones de peligros

La OSHA también indica en 29 CFR 1910.132 que la elección de EPI debe basarse en una evaluación de peligros del lugar de trabajo. Cuando la evaluación de peligros indica que hay potencial de lesiones por fuego, debe seleccionarse un EPI adecuado e indicado para laboratorios. Por ejemplo, aunque las batas de laboratorio resistentes a las llamas pueden ser adecuadas cuando el riesgo de fuentes de ignición está por debajo de la cintura del usuario, es posible que estas no sean las indicadas si la amenaza proviene del suelo o de algún lugar por debajo de la cintura.

Si se origina un fuego en el suelo o alrededor de las piernas del usuario, las llamas y el aire caliente pueden subir por las batas (o por camisas que queden por fuera del pantalón o la falda), lo que aumenta la probabilidad de lesiones por quemaduras en la piel en caso de que la ropa interior empezara a arder. En esos casos, a fin de proteger todo el cuerpo, debe emplearse una combinación de camisa y pantalones resistentes a las llamas —con la camisa por dentro del pantalón— o un mono de protección resistente a las llamas.

Una vestimenta acorde a los peligros

Si la evaluación de peligros laborales determina que hay riesgo de incendio, deben tomarse en consideración las vestimentas hechas con materiales resistentes a las llamas, como Nomex® IIIA o DuPont™ Protera®. Sin embargo, es posible que una bata de laboratorio resistente a las llamas no ofrezca la protección adecuada en comparación con los EPI de vestimenta, como monos o conjuntos de pantalón y camisa (con una protección corporal más completa), o trajes contra salpicaduras (como DuPont™ Tychem® 6000 FR).

Las prendas resistentes a las llamas contribuyen a minimizar el riesgo potencial de lesiones por quemaduras durante exposiciones cortas al fuego y emergencias. La mayoría de prendas resistentes a las llamas están diseñadas para que el usuario tenga tiempo de salir de la zona en la que se ha producido el fuego. La vestimenta de protección no puede evitar todas las lesiones por quemaduras.

Aspectos adicionales a tener en cuenta

La capacidad de protección de las vestimentas se puede optimizar con la selección, el cuidado y el mantenimiento adecuados, así como con una planificación cuidadosa de las capas protectoras. Es necesario limpiar e inspeccionar regularmente los EPI resistentes a las llamas a fin de eliminar contaminantes inflamables, así como repararlos según las especificaciones del fabricante. En caso de sufrir una exposición a altas temperaturas y llevar EPI resistente a las llamas por encima de vestimentas hechas de nailon, poliéster o polipropileno, estas últimas podrían derretirse y adherirse a la piel. Las prendas que el usuario lleve por debajo de los EPI resistentes a las llamas deben estar hechas de materiales que no se derritan, a fin de maximizar el comportamiento térmico y minimizar el riesgo de quemaduras.